David Alonso: «Me propuse un reto doble: contentar al cinéfilo implacable que soy y emocionar al niño de ocho años que fui»
A menudo los directores afirman realizar las películas que ellos disfrutarían en el cine como espectadores. «Yo me propuse un reto doble: contentar al cinéfilo implacable que soy y emocionar al niño de ocho años que fui, el que se crió con el cine ochentero del que tanto hereda Tadeo Jones«, confiesa David Alonso.
«Queríamos hacer de la segunda entrega de Tadeo un gran entretenimiento que sorprendiera al espectador y sobrepasara en cada uno de los apartados artísticos y técnicos a su predecesora», declara el director.
El germen del guion de ‘Tadeo Jones: el secreto del Rey Midas’ tenía todos los ingredientes de una gran película de aventuras: un misterio oculto en una leyenda conocida por todos, una odisea alrededor del mundo, localizaciones pintorescas, personajes entrañables y una pizca de romance. A partir de ahí, sólo era cuestión de seguir las máximas del bigger, better, funnier para hacer de la segunda entrega de Tadeo un gran entretenimiento que sorprendiera al espectador y sobrepasara en cada uno de los apartados artísticos y técnicos a su predecesora.
«No ha sido tarea fácil pero creo que lo hemos logrado», reconoce David Alonso. Como director y cinéfilo perfeccionista que es, confiesa que retocaría cada fotograma de la película ad eternum. «Pero mi yo de ocho años, ese que tiene la culpa de que hoy esté al otro lado del proyector, el que de verdad cuenta, estaría tremendamente orgulloso, agarrado bien fuerte a la butaca de cine», asegura David.